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La Alianza de Civilizaciones de la ONU: Promoviendo la Paz y la Diversidad en un Mundo Fragmentado

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La Declaración de Cascais, adoptada durante el10º Foro Mundial de la Alianza de Civilizaciones, promueve el uso de la inteligencia artificial (IA) para combatir la incitación al odio y la desinformación en pro del fortalecimiento de la paz y el entendimiento mutuo.

El lema de la Alianza de Civilizaciones de la ONU, «Muchas culturas, una humanidad», refleja la misión central de esta iniciativa, creada en 2005 por el entonces Secretario General Kofi Annan. Su objetivo principal es promover la diversidad cultural, el pluralismo religioso y el respeto mutuo, elementos esenciales para avanzar hacia un mundo más pacífico e integrador. A lo largo de casi dos décadas, ha sido un actor clave en la construcción de puentes entre distintas culturas, trabajando con actores globales, desde músicos israelíes y palestinos hasta líderes religiosos y de la sociedad civil.

Con el apoyo de aliados internacionales, la Alianza ha impulsado la diplomacia a nivel local y mundial, promoviendo el entendimiento y la colaboración entre pueblos con diferentes orígenes y creencias. Esta labor se refleja en iniciativas como simposios sobre el odio hacia los refugiados y diálogos interreligiosos en diversas regiones. El trabajo de la Alianza también se encuentra alineado con los valores de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Pacto para el Futuro, adoptado recientemente.

El Secretario General de la ONU, António Guterres, destacó en varias ocasiones que la Alianza no es solo una iniciativa simbólica, sino una herramienta esencial para la paz, la seguridad y el desarrollo sostenible en el mundo actual. A través de sus foros mundiales, que reúnen a delegados de más de 130 países, se busca identificar soluciones a los retos globales más urgentes.

El Foro también destaca la importancia de la juventud en la construcción de un futuro mejor. Durante el evento, se organiza un Foro de la Juventud con actividades paralelas en las que participarán miles de jóvenes de todo el mundo. Estos jóvenes no solo son vistos como agentes de cambio social, sino también como los líderes del futuro en la lucha contra la intolerancia y la desinformación. El festival PLURAL+, centrado en el cine realizado por jóvenes, exhibió cortometrajes de 32 países, incluyendo Afganistán, Israel y Yemen, que mostraron la diversidad cultural y los esfuerzos de los jóvenes por promover un cambio positivo.

Un aspecto clave de la Cumbre fue la adopción de la Declaración de Cascais por parte de los jefes de Estado y de Gobierno de varios países. Esta declaración subraya la necesidad de una acción coordinada para hacer frente a los conflictos en regiones como Gaza, Líbano, Sudán y Ucrania, así como para contrarrestar la propagación del antisemitismo, el nacionalismo y la xenofobia. En su discurso inaugural, Guterres enfatizó que «necesitamos la paz ahora”. “La Alianza no es una iniciativa para sentirse bien, es fundamental para la paz, para la seguridad, para el desarrollo sostenible y para el mundo que necesitamos construir”.

La Declaración de Cascais también abordó temas cruciales como el uso de la IA para facilitar el diálogo intercultural e interreligioso, así como la necesidad de combatir la desinformación y los discursos de odio en línea. A lo largo del evento, se resaltó el papel de la «diplomacia del deporte» como una poderosa herramienta para promover el entendimiento mutuo, y se subrayó la importancia de fortalecer el papel de las mujeres como mediadoras, negociadoras y pacificadoras en los procesos de paz. .

Los compromisos adoptados en la declaración incluyen acciones específicas para combatir la intolerancia religiosa, promover la educación como medio para la paz y los derechos humanos, y apoyar una migración segura, ordenada y regular que fomente el pluralismo cultural. Además, se reconoce la importancia del multilateralismo y la inclusión de las voces religiosas en la promoción de una cultura de paz. La declaración también hizo un llamado a la implementación del Plan de Acción de la ONU para proteger los lugares religiosos, una iniciativa clave en la preservación del patrimonio cultural y la promoción de la libertad religiosa.

Un momento destacado de la Cumbre fue la intervención de la primera ministra de Senegal, Aminata Touré, quien destacó la tragedia humana en Gaza. En su discurso, Touré reflexionó sobre el significado de «civilización» en el contexto de la guerra, cuestionando las desigualdades en el tratamiento de las víctimas y subrayando la necesidad de un enfoque basado en la igualdad de derechos. Por su parte, el Rey Don Felipe VI de España destacó la importancia de una diplomacia renovada, más audaz y pragmática, que vaya más allá de las conferencias internacionales.

Miguel Ángel Moratinos, alto representante de la Alianza, renovó su llamado a una «alianza por la paz», destacando que, además de proteger la biodiversidad, también es crucial proteger la diversidad humana. En su intervención, destacó que la Alianza de Civilizaciones es la plataforma ideal para lograr este objetivo, abogando por un enfoque integral que promueva la paz tanto con la naturaleza como entre los seres humanos.

La Alianza de Civilizaciones de la ONU continúa desempeñando un papel fundamental en la promoción de la paz, el entendimiento y la inclusión en un mundo cada vez más polarizado. Si bien se han logrado avances significativos, las palabras de Guterres y Moratinos dejan claro que queda mucho por hacer en la lucha contra el odio y la intolerancia, y que la cooperación internacional es más.

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