Los fenómenos climáticos de El Niño y La Niña son recurrentes en la historia climatológica del océano Pacífico, pero cada vez que se presentan los países afectados, especialmente suramericanos presentan los mismos titulares, fuertes sequías, falta de agua para el consumo humano, el sector agropecuario, y en el caso de la producción de energía eléctrica por las hidroeléctricas, crisis total.
Ahora ya se aproxima el tiempo de lluvias y con ello grandes tragedias básicamente por los daños asociados a las cuencas de los ríos, deforestación a todo nivel, construcción de viviendas en tierras ganadas a las cuencas y en general a la mala disposición que se hace de la naturaleza, que en el caso de Colombia se multiplica por tres, gracias a las cordilleras que se generan de la gran Cordillera de Los Andes.
Un reconocido especialista en temas del clima, Max Henríquez, en entrevista con Uniminuto Radio, nos hace una perfecta descripción de una realidad que no se afronta de forma técnica, científica, más por el contrario, siempre de afán y creando más problemas a la población en general, aumentando daños ambientales casi irrecuperables, finalmente para tener un bosque sano se requiere más de cincuenta años de su presencia en cualquier región y con ello todo lo que se deriva en biodiversidad. Y recuperar una cuenca hídrica son décadas de dejarlas sin intervención para que se puedan restablecer.
No hay prevención solo improvisación y medidas sorpresivas que crean más angustia entre los habitantes de campos y ciudades
Estilo de politiquería tanto de los unos como de los otros. Lo cierto es que se requieren urgentes reformas que necesariamente tocarán a los poderes económicos actuales. Es la historia de siempre.