Cuando te comparten la historia de un finquero que decide con sus hermanos, devolver a la naturaleza sus terrenos de cultivo de papa y ganadería, salta el optimismo al ver que ya es una realidad. El Páramo Matarredonda, un lugar de naturaleza viva, centro de investigación académica, un parque que ha cambiado la vida de otros agricultores de esta montañas que rodean a Bogotá. No ha sido fácil, pero es una realidad que vale la pena conocer.
Conversamos con Sandra Sabogal, sobre la trayectoria de una idea de generosidad y compromiso con la naturaleza, para ahora y el futuro. BiciUrba
Es muy importante que las familias y los entes educativos se comprometan con la educación ambiental, para que aprendamos desde niños que debemos cuidar la naturaleza. Los páramos son un gran tesoro y Colombia cuenta con un gran número de ellos y tiene el de más extensión como es el de Sumapaz, hay que cuidarlos porque son un gran reservorio de agua y no acabarlos por la agroindustria no sostenible. Tenemos un triste ejemplo como es el caso de los humedales que han desaparecido por la urbanización afectando el ciclo natural del agua. Felicitaciones a Matar redonda por convertirse en guardianes y formadores para lograr una cultura de vida ambiental sostenible.