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Entender qué es el ANTROPOCENO

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El Antropoceno designa las repercusiones que tienen en el clima y la biodiversidad la rápida acumulación de gases de efecto de invernadero y la destrucción planetaria irreversible ocasionada por el consumo excesivo de los recursos naturales.

Hoy estamos frente a realidades climáticas que cambian dramáticamente nuestra forma de ver el planeta. Esa nave espacial generosa que nos da todo lo que requerimos y aún más, hoy se comienza a percibir como hostil, problemática y para muchos generando una gran cantidad de problemas económicos inmanegables.

Quizás el drama que más representa preocupación en Latinoamérica es la prolongada sequía, especialmente en el Cono Sur, agregado a ello terribles incendios forestales y en general la escasez de agua para todo, desde el hogar a la agricultura y con todo lo que ello implica. Pero en realidad ¿qué es lo que esta pasando con nuestra nave espacial?

Ciertamente el planeta ha sufrido una serie de cambios fundamentales hasta llegar a la etapa del Holoceno, que permitió la vida tal como la conocemos. Selvas, ríos, lagos, gran variedad de animales, pájaros, insectos y una casi infinita variedad de plantas, Y ni hablar de los grandes superficies acuáticas. Todo ello se puso a disposición de los seres humanos a su capacidad y talento para darle uso e inventarse una forma de interpretar la sociedad, las costumbres y las metas por lograr en los escasos años de vida de cada uno sobre el planeta.

Han pasado muchas revoluciones tecnológicas, económicas y de formas de interpretar la vida. Hoy, estamos en el Antropoceno, que corresponde a la acción directa del ser humano transformando el planeta, la vida natural y las posibilidades de sobrevivencia de lo que hemos disfrutado en el Holoceno. El Dr. Manuel Arias Maldonado, académico español, ha publicado hace algunos años un texto que se refiere a esta época que estamos viviendo. He aquí apartes del texto que nos aproxima a esta realidad innegable.

El Antropoceno «designa una nueva época geológica cuyo rasgo central es el protagonismo de la humanidad, convertida ahora en agente de cambio medo ambiental a escala planetaria»

Fenómenos ecológicos como el cambio climático, la degradación de la biosfera, la alteración biogeoquímica de la tierra, los ecosistemas antropogénicos y el de la basura urbana, sin embargo, el cambio climático es el fenómeno «antropocénico por excelencia: producido o acelerado por la acción humana, tiene carácter global y contribuye a alterar… los procesos naturales»

La univocidad de los hechos científicos no se corresponde con la pluricidad de los significados sociales. Y la antropogeomorfología constata que los humanos son una fuerza geomórfica que actúa en el plano socioeconómico e histórico.

Las fases históricas del Antropoceno son tres: los antecedentes preindustriales, como la caza o la agricultura; la fase Industrial y, por último, la aceleración que se inicia en el año 1945. sin embargo, hay un debate sobre cuando se inició la época del Antropoceno, el año cero de esta periodización, ya que la geología data las eras geológicas en medidas métricas de miles de años.

Existen tres propuestas sobre el nombre de esta nueva época: el Antropoceno señala que la acción humana trasforma el sistema terrestre; el tecnoceno, al ser la técnica un fruto humano que transforma la naturaleza; y el capitalo­ceno, que indica que el capital ha causado la alienación del mundo y ha sido aplicado a través de las políticas del liberalismo y el estado del bienestar.

Antropoceno o fin de la naturaleza.
En cuanto a las problemáticas subyacentes: Peter sloterdijk señala el riesgo de que la biología se convierta en tanatología; A. Giddens y U. Beck afirman que la naturaleza ha perdido su autonomía, puesto que ya no se define al margen de la acción antropogénica; la naturaleza es naturaleza humana según E. Ellis; y la naturaleza es fruto de la hibridación socioambiental.

El concepto de naturaleza es equívoco: describe la totalidad de los seres vivos; se pone en tela de juicio la autonomía y el auto sostenibilidad de la naturaleza; la relación entre naturaleza e historia es confusa; se ofusca el sentido propio de la naturaleza.

Steven Vogel propone cambiar el concepto de naturaleza por el de medio ambiente. Los sistemas humanos y naturales se encuentran en estado de hibridación. La hibridación es «la recombinación que resulta después de que los procesos y artefactos de origen humano hayan ejercido un grado variable de influencia sobre procesos y seres naturales»

El autor postula abandonar la oposición humano/natural y asumir la relación sociedad y naturaleza por las siguientes razones: la sociedad ha colonizado la naturaleza; la sociedad y la naturaleza están interrelacionadas; la transformación y la adaptación son modos del ser humano; las relaciones socionaturales son el modo de relacionarse en lo económico y tecnológico a nivel global; existen otros agentes que influyen en el proceso socionatural: virus, terremotos, etc.

Es decir, se camina hacia lo postnatural. El jardín antropocénico se diseña en tres planos: primero, la sostenibilidad se basa en el principio de justicia que defiende al medio ambiente (ecosistemas y recursos naturales); segundo, la conservación defiende el imperativo establecido por Aldo Leopoldo: «algo está bien cuando tiende a preservar la integridad, estabilidad y belleza de la comunidad biótica y mal, si tiende a lo contrario».

Sin embargo, existen tres cuestiones abiertas en este principio: la elección entre la postura biocéntrica o la antropocéntrica, que el valor es subjetivo y que el conservacionismo no es inmune a las reglas de mercado.

Los tipos de protección del conservacionismo son: proteger las funciones medioambientales, amparar la naturaleza en sentido genético y respaldar la naturaleza en sentido cuantitativo; el tercer plano consiste en la restauración, «remover las fuentes de degradación ambiental».

Las propuestas de la línea restaurativa son: adaptación salvaje/rewilding, es el regreso al estado natural; la emigración asistida; la desextinción, que es retornar a la vida seres extinguidos; la robotánica, que es el empleo de robots para reparar ecosistemas.

En el texto se hace referencia a lo que puede ser nuestro futuro según Erle Ellis, que lo describe en estos términos «Imagina un mundo sin lugares salvajes. Un planeta tan cubierto por piscifactorías, plantaciones, ranchos, granjas, pueblos y ciudades que las criaturas y los lugares salvajes, de existir todavía, apenas ocupasen los márgenes de nuestros paisajes rurales, urbanos y marítimos. ¿Es este el planeta en que quieres vivir? No importa quién seas, seguro que no».

El texto es aún más interesante en la medida que lo vas leyendo y entendiendo que no solo nos estamos jugando el futuro de las próximas generaciones, que en realidad están naciendo hoy, y de nuestra vida que cada vez será más calamitosa. ¿Qué hacer entonces? Lo primero cambiar la forma de vida urbana que tenemos, menos consumo de cosas que no necesitamos para nada, menos atiborrarnos de ropa, zapatos y accesorios que si al caso se usan una vez. Menos electrónica y si no es posible demorar su cambio. Más bicicletas menos autos, y comprar a mercados cercanos, locales que evitan sobre costos en la operación de traslado y de niveles de contaminación generados en el proceso.

El planeta no nos necesita, pero nosotros si, y depende de cada uno entender la vorágine de consumo, en un sistema económico global que se sustenta en la destrucción planetaria, en la riqueza en dinero y objetos en manos de unos pocos, en guerras localizadas para hacerse a los minerales y otras materias primas a costa del sufrimiento de mucha gente y en general a una sociedad diseñada desde la ciudad, a espaldas de la naturaleza y de la vida en su gran variedad.

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