Y es el Jardín Botánico «José Celestino Mutis» , un lugar pleno de vida donde lo verde, florido, lleno de formas, aromas y colores nos hacen sentir bien, porque es un espacio armónico, donde se puede caminar y a su vez conocer de la riqueza botánica de nuestro país.
Es un centro de investigación reconocido a nivel internacional. Entre sus muchas labores está el recuperar plantas de lugares como la selva andina, que enfrentan su desaparición por daños ambientales causados por la agricultura, la minería y el uso extensivo de agroquímicos que atentan contra las plantas originales y sus ecosistemas que les permite vivir. Con respecto a la ciudad, este centro botánico tiene un papel muy importante en ella, pues con su participación se establecen políticas ambientales que buscan proteger, crear y promover bosques urbanos, agricultura urbana y el cuidado de los cerros en cuanto a su vegetación.
Como centro de estudios tiene uno de los mejores laboratorios vivos, el Tropicario donde se exhiben plantas útiles de Colombia y plantas de algunos de los ecosistemas más amenazados del país. Durante su existencia, se han centrado en la adquisición de nuevas especies y en las actividades de mantenimiento necesarias para garantizar su supervivencia. Actualmente, la colección cuenta con alrededor de 500 especies. Es además el invernadero más grande de Suramérica. Su diseño consta de seis domos de vidrio en un espacio de 2,700 metros cuadrados: cinco domos albergan colecciones vivas y uno es de exposición temporal. En estos domos se reproducen las condiciones bioclimáticas originales de algunos ecosistemas de Colombia, con el objetivo de conservar y propagar la flora nacional.
Allí hay que dedicar tiempo para observar en detalle las muestras de los diferentes pisos térmicos y la forma como se han recreado los ecosistemas verdes, desde las frías montañas nevadas hasta la selva amazónica, y ciertamente el cambio sutil de la temperatura se siente en el recorrido, que no hay que hacerlo corriendo, más bien pausado y con la perspectiva de ser sorprendido por las plantas y sus hermosas características.
El Jardín ofrece un rosedal, árboles de muy distintas variedades, cultivos urbanos y en general todo un ecosistema rodeado de vida y que lo aleja de la ciudad, estando en un sector relativamente céntrico y donde se encuentran escenarios deportivos como la Unidad deportiva El Salitre, el parque metropolitano Simón Bolívar, la biblioteca Virgilio Barco, el parque de Los Novios, o el Parque El Salitre, haciendo de estos lugares un circuito que se puede visitar cualquier día de la semana.
El Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis se posiciona como un referente en la investigación para la conservación de la flora, ofreciendo soluciones y alternativas en el sector ambiental de la ciudad y región, con repercusión nacional, es un ente consultor en conservación, restauración, uso sostenible de coberturas vegetales en mitigación y adaptación al cambio climático. Promueve la cultura ambiental en la ciudad y la región, a través de la educación y la divulgación del conocimiento botánico y ecológico que se hace a través de programas accesibles a la ciudadanía en general.
Por ser el Centro más destacado en el país, es asesor permanente a otros Jardines Botánicos del país, además de trabajar de forma directa con entidades del Distrito Capital, como la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, autoridades locales y el sector privado en programas de arborización y ornamentación de la ciudad.
La primera versión del Tropicario del Jardín Botánico de Bogotá existió desde su fundación en 1955 y fue concebido por el padre Enrique Pérez Arbeláez. Hoy es el centro de atracción, pero no deje pasar la oportunidad de recorrer todo el Jardín, tomarse un buen café y disfrutar todo un día conociendo esta belleza bogotana plena de vida y sorprendente diseño. Naturaleza viva en plenitud.