El texto de Ernesto Picco arranca así: » Hay un problema con el litio. El litio no es como el oro, que en forma de lingotes, joyas o monedas ha excitado sueños de riqueza durante siglos. El oro -la idea del oro, sus imágenes, formas y posibilidades- ha justificado expediciones suicidas, colonizaciones y matanzas sin culpa. Mas o menos igual que la plata. Solo que, mientras noventa por ciento del oro se utiliza hoy para hacer joyas y sostener reserva de inversiones, la plata se usa mayoritariamente con fines industriales: armas, circuitos, compuestos para medicina y fotografía. Algo parecido ocurre con el cobre: Lo puedes ver en cables, alambres o monedas de uso corriente.
El problema con el litio es que no lo ves. Y, sin embargo, está ahí, movilizando millones de dólares, euros y yenes entre paises centrales y periféricos. Y, mientras hace eso, va poniendo a pueblos ancestrales en pie de guerra, en pleno siglo XXI»….
Una publicación del 2022 que nos acerca al drama que representa esta riqueza que se escapa de las manos latinoamericanas y que generan un daño ambiental y humano de proporciones. En la vida diaria tenemos litio en todo tiepo de accesorios que usan baterías de este mineral y que ciertamente facilita la vida, principalmente en las ciudades.
Si quiere acercarse al tema de esta tecnología que lo invade todo, este texto del Doctor Ernesto Picco, un argentino que sabe muy bien de esta realidad minera que a la larga se va convirtiendo en un espejismo, lo enfrenta a una situación muchas veces tan ajena que tiene mucho que ver con nuestros consumos de la vida diaria.