Cada vez que voy en un auto en el afán de llegar al trabajo, me encuentro con un tráfico pesado, complicado y que te saca el alma. Estrés, malestar y consumo de combustible y lubricantes. Esta es la imagen de muchas personas que han decidido seguir usando diariamente su vehículo particular a pesar de todo.
Hay otra versión de esta misma escena. El colectivo. En las horas pico las estaciones están a full, literalmente toca lanzarse al vehículo o al vagón del metro. Apretujado, incómodo y con el agravante de ser robados por esos magos que te sacan el celular, la billetera o hasta el mismo almuerzo que llevas tan escondido. Se suma el costo diario tanto de ida como el regreso a casa.
Quizás la mejor versión y más segura que las patinetas eléctricas, son las bicicletas plegables eléctricas. Lo primero ya no tienes el dilema del estacionamiento, bien en casa, apartamento o habitación de alquiler. En el trabajo puede estar perfectamente debajo del escritorio y sin molestar a nadie. Tiene la ventaja adicional que transitan por vías dedicadas, es decir ciclorrutas. Quizás en tu ciudad no sean tan visibles, en ese caso el que se debe hacer visible es el ciclista, de eso hablamos un poco más adelante.
Se agregan ventajas como la de transitar con el motor eléctrico, no vas a tener la supervelocidad, 30 kilómetros por hora es suficiente. Puede ser de pedaleo asistido, lo que te ayuda a mover las piernas sin necesidad de sudar la camisa considerando que vas protegido frente a las inclemencias del clima. Vienen con cambios lo que facilita las subidas si se presentan y en líneas generales le puedes agragar una gran cantidad de accesorios como maletines, luces, retrovisores, portaequipaje o parrilla.
Se pudiera pensar en dos temas que preocupan a los usuarios o los futuros compradores, las baterías y su duración. En líneas generales son de Litio, dependiendo del recorrido digamos 15 kilómetros diarios, las cargas en promedio dan 40 kilómetros de recorrido, y por experiencia duran cerca de cuatro años, dependiendo del buen uso que se les de. Lo otro es la seguridad en la vía frente al robo. Casi siempre son más robadas las bicicletas más aparatosas y grandes. Estas e-bike son discretas, de pequeñas ruedas y no son revendidas porque no tienen los cargadores a la mano, hay un acuerdo, por lo menos en Colombia, que estos aparatos para ser revendido deben tener la tarjeta de propiedad que lo acredita como dueño del vehículo y que fué comprado en un almacén identificable. Y no hay un mercado de segunda de piezas como baterías, sería muy tonto arriesgarse a comprar una pieza de la cual poco o nada se sabe.
El tema de rodar en la ciudad implica que seas visible para los que van en la misma vía. Importante llevar luces «encendidas» para ello hay una gran variedad de recargables que se hace con los cargadores de los celulares y duran un buen tiempo de servicio. Impermeables reflectivos que son muy efectivos a la noche, imposible que no te vean. Cintas reflectivas en los tobillos, que además te sujetan el pantalón, tanto para ellas como ellos, y en las épocas de lluvia un impermeable transparente de calidad que proteja la ropa y la chompa reflectiva.
Antes de comprarla, pruebe que vaya con su estatura, en estas no va agachado, más por el contrario bastante derecho, lo que las hace muy cómodas para transitar, además de gozar de mejor ángulo visual lo que da más seguridad. Y algo que no se debe pasar de largo, los retrovisores, fundamentales, son tan importantes como el casco y los guantes de protección.
Ya no más trancones terribles, ya no más sobrecupos en el servicio público, no más gastos diarios en taxis, rodar en libertad, ejercitarse un poco sin sentir que está en el gimnasio y dejar de luchar por parqueaderos y sus significativos costos por servicio. Para un mejor vivir en una ciudad sostenible donde sus habitantes somos los transformadores directos.
Patinetas y bicis plegables o no, son muy útiles hasta que no salgan a tu encuentro quienes desean apoderarse de ellas