En estos tiempos de gran ocupación, donde el reclamo del trabajo está a la mano, a un click en el celular, es bueno desconectarse de esa rutina laboral que nos alegra, emociona pero a su vez nos estresa y complica la vida. Esa misma forma de existir nos lleva a alejarnos de la familia y los amigos, hasta el punto que solo los compañeros del trabajo se convierten los únicos acompañantes de nuestro tiempo en esta realidad. ¿Pero existe algo más y que no nos complique la existencia?
Lo primero que muchos se preguntan: ¿cuánto me va a costar? Y si requiero auto y lo que implica en otros gastos. Bueno, la idea es recurrir a aquello que hemos dejado de lado por el ritmo de vida que llevamos. Es más, el tema es la sencillez de las acciones que podemos realizar para un buen fin de semana. Algunos dirán que lo mejor sería levantarse muy tarde, bueno, tal vez, pero su cuerpo requiere un tanto de ejercicio, caminar puede ser un buen comienzo. Y no requiere irse lejos de su casa o lograr un nuevo récord. Camine una y hasta dos horas, sin carreras, ni prisas, solo camine. Y si está lloviendo o haciendo frío, recuerde cuando era pequeño como le gustaba mojarse o saltar entre los charcos, en fin, desprenderse del formalismo. Eso sí, evite resfriarse y abrigarse bien, es importante.
Si por el contrario vive en zona caliente, bueno un tanto de crema antisolar, buena agua, y ropa deportiva, a disfrutar la ruta. Mientras camina, no traiga el trabajo a la ruta, intente observar lo que hay a su alrededor. Ahora bien, si definitivamente su lugar de vivienda es peligroso, no hay caso, salga a un parque municipal, no demasiado lejos y para ello el transporte público puede ser una excelente alternativa. Entre menos se complique con autos, mejor!
En la ruta, y en el momento que pueda, disfrute de un café, en un sitio amable y quizás pueda entablar una conversación, nada del otro mundo, algo que hemos dejado de hacer por temores, tiempo y las carreras del día a día. Con la bebida se puede acompañar un momento de tranquilidad, no escuche noticias, es más, ni siquiera su música favorita, escuche la vida que hay a su alrededor. Si tiene un perro de compañía, llévelo consigo, esperemos que esté entrenado para caminar con usted y no que se vuelva un problema. Siempre llévelo con correa y un frasco con agua para que pueda beber, se lo agradecerá.
En el caso de la mascota, recuerde que no es la salida diaria con el can, que usted ya no disfruta porque es una obligación y que va enfrentado con el tiempo laboral y la locura del diario vivir. En esta salida, disfrute tener su mascota sin contratiempos.
De regreso a casa, lo primero es ordenar, que no le comprometa más de una hora, si va más tiempo, ojo con el desorden que se va acumulando con los días. El orden en nuestras viviendas es muy importante, porque evita que nos abruma y nos imponga largas jornadas tratando que todo esté en su lugar. Y hablando de cosas, es mejor una vida minimalista, lo necesario, adiós a lo superfluo y que no usamos nunca y que ocupa espacio y genera descuadres en el presupuesto. Terminada esa labor, ahora si vamos a salir. Pero antes, recuerda su lista de teléfonos de amigos y familiares? No los que tienen que ver con su trabajo, esos se quedan para el lunes. Es hora de llamar y retomar los lazos de amistad y cariño que nos ayudan a vivir mejor.
Después de dedicar ese tiempo, quizás haya resultado una invitación a almorzar o a pasar unas horas a la tarde compartiendo una agradable mesa. En ese caso siempre lleve algo, es más concerte qué puede ser ese algo. Si no sale nada, sea usted el que proponga la invitación. Y no se complique, un postre, con alguna bebida caliente es suficiente para pasar la tarde. Una sugerencia no incluya bebidas alcohólicas, en estos casos no son buena compañía, aquí se requiere serenidad, tranquilidad, estar alegres, no embriagados.
A la noche disfrute estar en su casa, quizás degustar de una película, de esas que no te rompen la cabeza y te quitan la tranquilidad, no, una comedia, un tema sencillo que te permita dormir. Por favor, nada de noticias, serán para el lunes. Y una sugerencia, si quiere dormir bien, coma temprano, tipo 18:00 horas, algo muy frugal, que no contenga azúcares, ni harinas. Y evite a toda costa los productos comestibles y los lácteos. Bueno ya es hora de dormir, hoy solo tiene buenos momentos en un día donde la sobriedad ha sido la línea.
Para el domingo, un buen desayuno que no significa demasiadas cosas. Unos huevos, una bebida caliente, sin lácteos, quizás una porción de fruta y mucho cuidado con las harinas y listo. Quizás pueda asistir a un centro de recreación donde tengan una sesión de baile, si no es posible, y sin molestar a sus vecinos, baile en casa. Media hora, ejercitará una muy buena parte de su cuerpo sin darse cuenta. Arreglada la vivienda, y si es teísta, bueno asista a un templo y permita que su interior sea iluminado. Busque siempre un lugar apacible, no tan congestionado. Si le es posible dedique una dos a tres horas en un servicio social, el que mejor le venga, eso llena su vida y se dará cuenta que es un afortunado y consentido por la vida.
Llega el mediodía, y ¿cuánto hace que no visita a sus familiares? Es el momento de avisar que llega a visitarlos, y por favor siempre lleve algo, que complemente el almuerzo. Si la familia está lejos, o no logró que un amigo le acompañe, puede hacer algo realmente osado, invite a un desconocido a almorzar. Y aquí la sencillez es mejor que la ostentación. Algo sencillo y común, solo comparta. Quizás esa persona resulte de las horas de servicio social que estuvo haciendo minutos antes. Esa acción no debe ser un riesgo a su vida, pero si un momento de agradecimiento compartiendo con otro ser humano necestado.
Queda la tarde y visitar parques temáticos, como un Jardín Botánico nos alegra la vida, el tema es evitar lo que más se pueda el ruido aturdidor de la semana laboral. Hace ejercicio porque debe caminar, aprecie la vida en verde y multiforme, aromática y variada. Puede buscar un lugarcito para tomar un refresco o un café que siempre llega bien. Pasadas unas horas es tiempo de volver a casa.
Sin complicarse deje todo listo para el lunes. Haga unas llamadas a sus amigos o cercanos, que no sean del trabajo, y converse, de allí puede surgir los encuentros del próximo fin de semana. Eso sí, si tiene la oportunidad de asistir a un teatro por un concierto o una puesta en escena, no se lo pierda. Y ya para dormir una buena lectura que no lo estresa y ya no pueda conciliar el sueño. O en su defecto una buena historia en su servicio de streaming. Busque no trasnochar, mañana es día laborable y hay que comenzar bien la semana.
Ser soltero no significa hacer una vida disoluta, desordenada, insensible, en vicios de todo orden y esclavitud laboral. El servicio a los demás abre muchas oportunidades de enriquecer nuestra existencia, que no se puede limitar a gastar, comprar lo que no necesitamos para ocupar espacio, pero nunca nuestro interior. Mantener los lazos familiares y de amistad le dan sentido a nuestra existencia porque somos seres sociables por definición. Para el otro fin de semana puede cambiar la caminata por una bicicleta, eso sí, un aparato sencillo, nada aparatoso ni llamativo, y con el tiempo hágase miembro de un grupo de ciclistas aficionados, es mejor andar en grupo.
Buen fin de semana.