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Y hablando de mascotas….plantas en casa

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Silenciosas, bellas por naturaleza, económicas, buenas compañeras, ayudan a nuestra salud y bienestar, las plantas en casa.

Siempre han estado con nosotros, nos hacen falta y adornan nuestras vidas. Las hay de todos los tipos, para cualquier clima, condición de humedad y de luminosidad, pero todas requieren cariño, agua, algo de abono y luz. La cantidad de ésta última se define por el tipo de plantas, las hay de exteriores y de interiores, estas son las mejores para nuestras viviendas.

No todo el mundo puede gozar de un patio con espacios verdes donde perfectamente puede cultivar alimentos, árboles, y hacer realidad un verdadero jardín con buen diseño y funcionalidad. La mayor parte de los habitantes de la ciudad de estos tiempo viven en pequeños apartamentos donde cada cosa que se agrega debe ser analizada, quizás eso que quiere comprar no entra ni siquiera por la puerta del apartamento. Así, que cuando pensamos en decoración, lo mejor es una planta, y si da flores y aroma mucho mejor. Se puede buscar un lugar cerca de la ventana, lo que le agrega un toque de naturaleza a su vivienda.

Más allá de ese espacio las plantas pueden estar en cocinas, habitaciones y hasta baños, las condiciones siguen siendo las mismas, tierra, abonos, agua y luz. Ellas a cambio nos deleitan con sus formas, colores, texturas, aromas y exuberancia en algunas especies. Son excelente compañía en el escritorio o en el estudio, ayudan a mantener más limpio el aire, disminuir el ruido y enfrentar la estática de computadores y otros accesorios electrónicos y mantener un ambiente fresco. Por eso también son convenientes en nuestros dormitorios.

Mantener buenos niveles de humedad, control de hongos, insectos y del polvo urbano son beneficios que nos permiten dormir mejor y con ello bajar el estrés que tanto daño ocasionan. Además, si usted vive solo, o es una persona jubilada, son buenas compañeras, que aunque no hablen se expresan todos los días y agradecen el cariño, la atención con color, formas, belleza. Si usted está hablando con ellas, no se alarme, son seres vivos con procesos y dinámicas muy lentas, por eso no logramos ver sus movimientos, pero si los resultados de los mismos. En líneas generales nos hacen sentir bien, transmiten bienestar, tranquilidad y alegría. Además, su cuidado es, en ocasiones, un reto muy estimulante.

Puede tener variedad de plantas en diferentes tipos de maceta, que a la final estas se convierten en un toque de decoración en su hogar. O puedes tener retos geniales como los árboles enanos, los bonsáis, que requieren cuidados muy específicos, con lo cual su cuidador mejora aspectos como la concentración, la paciencia, y cuando salen adelante estas esculturas vivientes, le hacen sentir orgulloso y después de un bonsái cuidado con éxito, viene otro y otro… hasta acabar con un bosque en casa. Las plantas son así, porque te entusiasma la vida que están en ellas y las que dan flores…ni hablar, son nuestros amores.

Una vivienda con plantas y flores es un lugar habitable de forma agradable, fresca, tranquila, con líneas de estética y gusto diseñados por sus residentes, al fin de cuentas se seleccionan las plantas a nuestros gustos y necesidades. Y si tiene pequeños en casa que te pueden perros, gatos, peces, aves o roedores, lo mejor es darle unas semillas, comprometerse a plantarlas, cuidarlas y tener el gusto de verlas prosperar, seguro que en relativo poco tiempo se quedarán con las plantas. Y un domingo cualquiera asistir y recorrer un Jardín Botánico, el de Bogotá es estupendo, para que puedan ver lo maravillosas que son estos seres vivos que nos acompañan y que permiten la vida en el planeta.

Y si vamos a temas económicos, estas mascotas de macetas y patios son muy económicas. Cuando llueva recoja un poco de esa agua y riegue las plantas de interior, les ayuda mucho precisamente por el ciclo natural del agua que recoge nutrientes de diversos suelos y los devuelve a la naturaleza. No gaste en perfumes para la casa, cultive plantas que emiten aromas, y bájale al ventilador o al aire acondicionado, para eso las plantas refrescan las habitaciones y en general el ambiente de habitaciones y lugares. Si tiene patio selecciones los árboles a plantar, los hay frutales, madereros, de follaje, ornamentales y hasta medicinales. Y si el tema son mosquitos, pues hay plantas que los sacan, literalmente, volando de nuestras viviendas.

Lo cierto es que nuestro planeta azul también es verde y sin ese maravilloso verde la vida como la conocemos no estaría presente. Diviértase consiguiendo, diseñando espacios y cultivando plantas en casa, no tienen las molestias de las otras mascotas que nos complican la vida y la tranquilidad tan necesarias en la vida urbana para tener un buen vivir.

Esta dato le puede ayudar a emprender esta nueva experiencia de vida.

https://eac.unr.edu.ar/wp-content/uploads/archivos/Manual%20de%20Jardineria.pdf

Ciudad caminable, ciudad vivible, ciudad apreciada

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Los barrios tradicionales y particularmente los barrios urbanos son mucho más sostenibles ambientalmente, mucho más exitosos económicamente y mucho, mucho mejor para nosotros en términos de nuestra salud. Jeff Speck

El crecimiento exponencial de las ciudades, como es el caso de Bogotá, capital de Colombia, trae muchos problemas que van más allá de la inversión infinita en infraestructura, especialmente dedicadas a los vehículos que hacen posible el movimiento de personas y mercancías diariamente y que le dan sentido a ese tipo de ciudad/vehículos.

Este modelo genera mucha insatisfacción al habitante, considerando lo que gasta todos los días en tiempo, dinero, salud emocional , física y una carrera contra las contingencias que se genera al estar involucrado en el movimiento de tantos vehículos, especialmente en las horas pico, que hacen de la existencia diaria una experiencia hasta traumática y complicada. Este modelo tomado de las grandes ciudades norteamericanas, se replantea hoy como poco práctico, indefendible y que debe ser superado por el bien de los habitantes y en general por el contexto ambiental del uso del espacio y del suelo urbano.

Esta forma de ciudad dedicada en gran parte a la movilidad mecánica ha sido desmontada por el modelo de la Ciudad Caminable, propuesta por el arquitecto Jeff Speck, quien además ha profundizado en el urbanismo, y el diseño de ciudades. Proveniente de esa experiencia de las grandes ciudades, o de aquellos suburbios en donde para hacer una simple compra hay que tomar el auto. Speck afirma «Creo que el principal punto a destacar es que en la mayoría de las ciudades estadounidenses, caminar seguirá siendo una opción. Creo que durante muchos años en el futuro, conducir seguirá siendo bastante barato y el estacionamiento seguirá siendo lo suficientemente barato. Y lo que estamos haciendo Tratar de crear peatones por elección y lo que eso significa es que la caminata tiene que ser realmente útil, tiene que ser segura, tiene que ser cómoda y tiene que ser interesante… Útil significa esencialmente tener lo adecuado. equilibrio de uso en sus comunidades».

En el escenario en el que vivimos, el costo real del auto propio es alto, los servicios de estacionamiento igualmente suben de precio todos los años y es onerosa la sumatoria. Caminar, es una opción, pero tenemos serios problemas de diseños y mantenimientos del amoblamiento urbano. Son muy escasos los senderos caminables o parques longitudinales a los que se tienen acceso. La invasión extendida del espacio público hacen casi imposible usar los andenes porque destrozan el sentido de una espacio diseñado para transitar y se vuelve un mercado arbitrario y agresivo con el peatón.

El diseño urbanístico que se ha aplicado en nuestras ciudades, aunque exige espacios verdes, no necesariamente se contemplan como senderos extensos que comuniquen centros comerciales, rutas amigables donde es posible contemplar el paisaje, conversar o tener dispuesto un lugar para compartir un café. Y no es que la naturaleza nos dificulte el crecimiento y conservación de plantas y árboles, más por el contrario, son múltiples las variedades florales que harían de rotondas e intercambiadores de rutas verdaderos jardines multicolores.

Caminar por un sendero diseñado de forma adecuada, pensado para para las personas lo pueden recorrer para ir a estudiar o al trabajo, para ir de compras, o simplemente hacer ejercicio y recrearse hacen la diferencia entre el agite de poder llegar a tiempo y asumir los gastos que esto implica, o caminar haciendo un moderado ejercicio que ayuda a la salud y al bolsillo. Un par de buenos zapatos pueden durar tres años caminando en esta ciudad diseñada para la vida.

Speck argumenta que estas ciudades diseñadas para caminar activa la economía con nuevas propuestas como cafeterías y comercios medianos para satisfacer las necesidades básicas. Al ser espacios diseñados y bellamente recreados por plantas y árboles, valoriza las viviendas, sean casas o edificios de apartamentos y oficinas, de forma directa. Es indudable que al caminar bajan gastos en transportes, del vehículo propio hasta el punto de considerar si vale la pena semejante gasto en algo que con el tiempo va a dejar de usar. Los servicios masivos como el futuro metro de la ciudad, Transmilenio y sus rutas alimentadoras, podrán incluir estaciones mejor diseñadas para espacios verdes y que permitan la conexión con otros lugares a mayor distancia en la ciudad.

En la medida que pueda caminar, su salud física mejorará, su estado de ánimo también lo hará, su economía personal y familiar se verá menos comprometida por temas de movilidad diaria. Pero si no desea caminar, una bicicleta adecuada a estos senderos es una muy buena solución. Requiere una bicicleta urbana, que puede ser plegable y ligera para llevarla a todas partes sin tener que considerar estacionamientos adicionales. Hay que considerar que el uso de la bicicleta reduce el tráfico de automóviles. Se plantea por tanto hacer ciudades con mejores y más extensas ciclorrutas que apoye este medio de transporte y medio recreativo.

La ciudad caminable alejada de los exostos de los motores de combustión, protegida por bosques, jardines y fuentes son también un centro atractivo para el turismo porque en líneas generales siempre se busca lugares bonitos y no, a menos que haga parte de una ONG, ir a los lugares más desastrosos de las urbes. Y aún así, es allí donde se pueden implementar estos criterios urbanos que propone Speck, porque es dignificar la vida de las personas y darles más que motivos para sentirse bien y con deseos de desarrollar sus talentos para un mejor vivir.

Esperemos que no sea demasiado tarde para nuestras ciudades y la forma de habitarlas. Que sea posible rediseñar espacios para llenarlos de verdes, de comercios más atractivos y amables con el entorno, donde el silencio es apreciado y la limpieza y el orden ejes fundamentales. Más allá de temas económicos, de tiempo, es la posibilidad de conformar comunidades que se encuentran en la ruta del sendero, de la cafetería e innumerables opciones de espacios donde es posible hacer una vida más sustentable, orgánica y humana.

Un texto que vale la pena conocer, especialmente aquellos que tienen cargos administrativos en la dirección de la ciudad.

Proyectos de bicirrutas con mucho éxito y a nivel global

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Conducir una bicicleta significa conocer las normas de transito, aún si se circula por una ciclorruta permanente. Implica responsabilidad con el usuario y con los demás ciclistas que van en la ruta.

Cada vez son más las ciudades que van abriendo posibilidades para que sus habitantes encuentre en las bicicletas unos aparatos que van más allá de simplemente transportarse, también son maneras de ver y sentir la ciudad como un espacio amigable, sano y alegre, porque los espacios están rodeados de naturaleza y mejores condiciones para disfrutar la vida.

Aquí una serie de videos de Youtube, que nos muestran esos cambios y donde las personas más que la bicis, son los protagonistas. Una invitación para animarse a usar la bici, eso sí, cumplir con las normas de tránsito, el respeto en la ruta con los otros usuarios y hacer posible una agradable experiencia que vale la pena repetir todos los días.

Si los viste todos son muchos detalles para tener en cuenta, pero al igual que muchas situaciones de la vida que enfrentamos o propiciamos hay que actuar con responsabilidad con uno mismo y con los demás. Evitar discusiones que llevan a violencias innecesarias que nos pueden complicar la vida, y eso sí, manejar a la defensiva, con mucha atención en la ruta y dejar de lado los afanes y conducir en la locura del estrés o de algo más y ustedes ya saben.

Agua lunar, una realidad que la ciencia del espacio está confirmando

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Nuevo estudio sugiere que hay más agua bajo la superficie lunar que sobre ella.

Investigadores indios y sus colegas de otros países hallaron indicios de una mayor probabilidad de hielo de agua en los cráteres polares de la Luna, informó la Organización India de Investigación Espacial (ISRO) en su página web.

«Un estudio reciente revela indicios de una mayor posibilidad de presencia de hielo de agua en los cráteres polares de la Luna. (…) Sugiere que la cantidad de hielo subsuperficial en el primer par de metros es entre 5 y 8 veces mayor que la de la superficie en ambos polos», según ISRO. Por eso, perforar la Luna para tomar muestras o excavar este hielo será primordial para futuras misiones y la presencia humana a largo plazo, de acuerdo con la fuente.

«Además, el estudio también sugiere que la extensión de hielo de agua en la región del polo norte duplica la de la región del polo sur», informan desde la agencia.
«En cuanto al origen de este hielo, el estudio confirma la hipótesis de que la fuente primaria de hielo de agua subsuperficial en los polos lunares es la desgasificación durante el vulcanismo del periodo Imbriano. Los resultados también concluyen que la distribución del hielo de agua se rige probablemente por el vulcanismo de los mares y la craterización preferencial por impacto», explican.

Como señala la agencia, los científicos en su estudio utilizaron datos extraídos por instrumentos a bordo del Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA, lanzado en 2009, y de la estación interplanetaria india Chandrayaan-2, que alcanzó la órbita de la Luna en 2019.

En otro momento la NASA había publicado que el Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA, por sus siglas en inglés), que es un telescopio reflector de 2,5 metros de diámetro instalado en en un avión Boeing 747SP modificado para escudriñar el espacio desde la estratosfera de la Tierra, ha detectado moléculas de agua en el cráter Clavius, uno de los más grandes visibles desde la Tierra, ubicado en el hemisferio sur de la Luna.

Las pesquisas anteriores de la superficie lunar detectaron alguna forma de hidrógeno, pero no pudieron distinguir entre el agua y su pariente químico cercano, el hidroxilo (OH). Los datos de esta ubicación revelan agua en concentraciones de 100 a 412 partes por millón, aproximadamente equivalente a una botella de agua de unos 35 centilitros, algo más que una lata de refresco, atrapada en un metro cúbico de suelo esparcido por la superficie lunar. A modo de comparación, explican en la agencia espacial, el desierto del Sahara tiene 100 veces la cantidad de agua que SOFIA detectó en el suelo lunar.

Viviendo el racionamiento del agua en tiempos de crisis climática

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Podemos vivir con menos gasto de agua y valorar más su presencia en la vida urbana.

Nadie sabe de lo que es capaz hasta que lo tienen que enfrentar y solucionar. Así estamos viviendo los bogotanos y en muchos otros lugares del mundo en donde el agua se va convirtiendo en una necesidad urgente e inaplazable para muchos.

En el caso de este momento en la capital de Colombia, volvemos a tener escasez de agua, y no es la primera vez que esto se presenta. Ya en años anteriores el fenómeno de El Niño nos pasó factura, y sin embargo no aprendemos la lección, y el tema va entre generaciones que lo han vivido y que ahora, por primera vez lo experimentan. De esta forma el mensaje que al igual que hoy, se realizó ayer ya ha perdido su efecto en los habitantes de la urbe.

Es aquí donde la formación ciudadana es necesaria que sea de forma constante. La Crisis Climática que comenzamos a experimentar hace necesario ser entendida por todos. Esto implica consumir menos y aprovechar más. Dejar de tirar y reciclar o colocar bienes en economía circular de forma tal que podamos reutilizar esas materias primas. Esto que es tan sencillo de comprender rompe la paciencia de los industriales, comerciantes, centros comerciales y en general allí donde se vende un bien o un servicio.

Son variados los movimientos minimalistas en el planeta, que lleva implícito el mensaje que menos es más, que es mejor vivir ligero y que finalmente el actual sistema de consumo y de desechar no le sirve al planeta y sus habitantes, entiéndase todos sus habitantes. La escasez nos trae necesariamente a considerar otras formas de vida, de solucionar nuestras necesidades diarias y de como vivimos la ciudad, en donde para muchas personas todo está solucionado. Basta girar el grifo y tenes agua fría o caliente. Encender la estufa y cocinar sin ningún lío de medios energéticos para lograrlo. Luz a cualquier momento,en fin todo solucionado.

Pero no siempre fue así y tampoco lo será en un futuro cercano en la medida que sigamos con nuestro estilo de vida, de consumo y en general del sistema económico mundial, que existe gracias a un comercio que nace de la producción de bienes y servicios, los cuales no necesariamente son vida y bienestar para muchísimas personas y biosistemas. La situación es complicada porque cambiar implica necesariamente la pérdida del poder en todas su instancias, y los que lo tienen hoy no lo van a soltar.

Solo queda lo que estamos aprendiendo en esas semanas, no malgastar el agua. Usarla hasta el tope, recogiendo el agua de la ducha, de la lluvia cuando hay esa posibilidad, de disminuir su consumo en la lavandería de casa, olvidar lavar lo innecesario como vehículos y estar muy atento a esas fugas en tuberías que aumentan de forma considerable el derroche.

En una sociedad tan rica en bienes, tecnología y servicios, hoy, por lo menos en estas tierras, nos recuerdan lo costoso que puede ser la falta total del agua, la energía y de todo lo que se desprende de esos dos pilares de la vida urbana, nuestra comodidad y bien vivir.

¿Se puede vivir sin automóvil particular en la ciudad?

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Cada día un embotellamiento de nunca acabar en Bogotá. Foto: Motor

No necesariamente nos sorprende la salida de la GM- Colmotores en Colombia y próximamente en Ecuador. Las razones son simples, mercados estrechos que no crecen lo suficiente, cambios de tecnología que obliga a las automotrices dejar de lado los motores de combustible fósil, y pasar al sistema eléctrico y en general, a una búsqueda sin tregua para optimizar propuestas como el nitrógeno verde entre otras opciones posibles.

Esa estrechez del mercado muestra además, que primero se prolonga mucho más la vida útil de los vehículos y segundo que hay una nueva generación que poco o nada les interesa ser propietarios de un vehículo. Así como muchos no les interesa empleos hasta el final de sus días, formar una familia con hijos a bordo, o tener una pŕopiedad en vivienda, que les genere más que rentabilidad problemas y sobre costos que desorganizan su vida urbana, tecnológica y en muchos casos nómada.

Los intereses particulares de la nueva juventud en edad de producir, ya no se comprometen a empleos, mal pagos, con horarios terribles, y una constante incertidumbre de despido. Hoy la tecnología les abre otras puertas y de manera especial en un país como Colombia que han perdido una gran parte de su aparato productivo industrial. Hoy son más el segmento de servicios y venta de productos importados. ¿Qué se requiere hoy? Conocer tecnología aplicada a procesos en internet para prestar servicios de consultoría, comunicaciones y otras acciones que no requiere estar en una oficina y cumpliendo un horario específico y por el cual se estima el valor del sueldo.

Hoy producto terminado y operativo es la medida de un sueldo. Junto a esto la venta por internet se ha ampliado de forma fenomenal. Y hay nuevos competidores al mercado tradicional que te pueden traer lo que se quiera porque saben moverse en el mundo de las ventas en línea de forma global. Lo que sí ha crecido son estas agencias y el servicio delivery de puerta a puerta. En este mercado la clave es oferta, promoción y oportunidad para comprar a buen precio y vender en el mejor precio posible para el comerciante online.

Y como todo está cambiando, tener una propiedad implica compromisos financieros de largo aliento, que no los garantiza el tener un empleo fijo que te acompañe por las próximas tres décadas. Todo es inseguro, tanto de los que contratan como de los contratados. Hoy el movimiento de jóvenes en el mundo, y de forma especial de suramérica en la búsqueda de los sueños de los países del primer mundo, han abierto un boquete poblacional de profesionales y técnicos para los que esos sueños son más o menos posibles. No es la pesadilla para aquellos que llegan a buscar qué hacer y que terminan en niveles de indigencia iguales o peores a los afrontan en sus países de origen.

Buena parte del mercado que busca vender autos, vivienda y una gran cantidad de objetos, ya no tiene a su alcance a esos profesionales y técnicos que se han ido y que siguen saliendo del subcontinente del sur. El mercado se ha estrechado y el poder adquisitivo real es cada vez menor. No hay compradores de productos de consumo de lujo e impuestos por la sociedad de consumo. Ahora es practicidad, economía reducida y evitar gastos innecesarios y superfluos.

Desarrollar la vida en nuestras ciudades se enfrenta a costos reales cada vez más altos y aunque la inflación se mantiene en valores manejables, lo cierto es que el abuso del mercado tratando de no perder más dinero, lleva necesariamente a un aumento constante de mercaderías de todos los órdenes, se complejiza aún más por la violencia e inseguridad a todos los niveles que se experimenta a diario.

Todas estas realidades influyen necesariamente en las decisiones de compras y en la forma como se puede llevar la vida o simplemente sobrevivir en la urbe. Tener un auto, sirve si produce dinero y no gastos. Muchos particulares prestan servicio de transporte público, aún enfrentando la guerra con los taxistas tradicionales. Si busca un medio más económico, aunque no necesariamente muy seguro, la motocicleta es la triunfadora. De todas las gamas posibles, de pequeñas a grandes cilindradas están copando el mercado de la movilidad. Ya no son exclusivas de ellos, las mujeres han dejado las pequeñas motos por las grandes y ruedan a la par en las rutas urbanas y rurales.

Los costos de operación se reducen y los rendimientos en general son más satisfactorios. Eso sí, el riesgo de un accidente es permanente, porque la velocidad es adictiva y la forma de circular en las vías de formas agresivas hace camino en los usuarios. La situación es tal que los seguros de accidente dedicados a ese segmento de movilidad son realmente costosos, precisamente por altos niveles de pagos que deben hacer las aseguradoras.

Todo cambia con el tiempo, el no tener raices tambien es una forma de vivir, ser nómadas que llevan su trabajo a cualquier lugar siempre y cuando tenga una conexión a internet, les proporciona los medios para ser ciudadanos del mundo, dueños de nada y de todo, con una expectativa de vida muy diferente, en donde conocer, experimentar, ver culturas, otros paisajes y ganar dinero para mantenerse en viaje constante es la mejor forma de vivir y sentirse plenos.

Y cabe la pregunta, ¿realmente necesita el o los autos que tiene en una ciudad caótica, con un tráfico imposible y donde se pierde tiempo, dinero y vida? Son miradas de un mundo que cambia y las prioridades son otras, dejar de existir como un consumista encadenado y pasar a vivir y gozar del planeta que nos alberga.

¿Un fenómeno de El Niño permanente?

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De todos depende que hagamos un mejor uso de la energía y del agua, hay tecnologías económicas que nos ayudarán a lograrlo.

Dada la crisis climática las dinámicas naturales de estabilidad climática tienden a alterarse de forma significativa, ya lo había anunciado tiempo atrás organizaciones internacionales. Esto significa que en el tiempo los periodos de sequía y de lluvias serán mayores lo que a nivel urbano significa un sobrecosto en el uso de la energía eléctrica y escasez de agua potable domiciliaria.

En las ciudades colombianas hemos tenido momentos de escasez, pero lo cierto es que el país por su posición geográfica y la variedad climática que genera su topografía, nos ufanamos de ser un país privilegiado en agua. Hoy la crisis climática global nos alerta y manifiesta que esta realidad de riqueza se puede contraer de forma importante y que a futuro determinará acciones y políticas municipales y nacionales para evitar el despilfarro y el mal uso de estos servicios tan importantes en la vida urbana.

Qué hacer entonces para enfrentar estas realidades que ya nos llegan a la puerta de nuestras viviendas. Ya lo habíamos comentado en BiciUrba la necesidad de implementar el uso de bombillas con paneles solares al interior de nuestras viviendas. Con la tecnología que se ha desarrollado alrededor de estos productos, solo requiere una ventana para colocar el panel a la luz día. Con ello puede perfectamente iluminar una habitación con bombillas que por lo general duran bastantes años de buen servicio. Es una gota de agua en el gran océano de los energéticos, pero es algo y si se le hace una comparativa en costos contra el sistema tradicional, la amortización de las luminarias solares es muy rápida, dando un retorno a la inversión de forma concreta y apreciable.

El tema del agua es más compleja y es muy probable, por lo menos en el caso de Bogotá, que se vuelva rutinario el corte selectivo del servicio, hasta lograr que los embalses tengan niveles óptimos, que no solo dependen de las lluvias, también y de forma determinante por el consumo que se hace en los domicilios, comercio, industrias e instituciones de diferentes órdenes.

Todo parece nuevo, pero ya lo habíamos vivido. Campañas de cerrar la llave, no son nuevas. Calcomanías que llegaban a casa invitando a mejorar el consumo, a evitar el desperdicio fueron por varias administraciones una dinámica permanente, que con el tiempo y la creación de nuevos embalses, nos olvidamos y comenzó el mal uso del preciado líquido.

El clima de alguna forma nos esta poniendo en jaque costumbres sociales, comportamientos de usuarios desatentos a los llamados a economizar y hacer buen uso de los recursos, que por demás son costosos y lo serán mucho más en el tiempo, considerando su escasez , el costo de nuevos montajes, sustituciones de sistema de producción energéticas por energía verdes y renovables. Todo suma ante la resta del agua y la corriente eléctrica, pero bien podemos hacer lo propio para minimizar consumos, usar tecnologías accesibles y usables, e invitar de alguna forma, que las nuevas construcciones habitacionales ofrecen como parte del diseño constructivo energía solar, reciclaje de agua, sistemas de calefacción y refrigeración de forma natural o fotovoltaica, y todo un sistema muy efectivo de economía circular verdaderamente activa.

Hoy hay que iniciar ese camino de economizar, adaptarnos a la escasez y proponernos a enfrentar estas realidades con pequeñas acciones que hacen la diferencia. Los gobiernos a todo nivel tiene sus obligaciones de asegurar la expansión del sector energético, pero es el ciudadano del común el que tiene la opción de hacer la diferencia tanto para mejorar o empeorar las circunstancias que la crisis climática nos plantee todos los días.

Hay que seguir las informaciones metereológicas, algo que no tenía mayor significado en un país donde las zonas geográficas parten de la estabilidad climática, considerar además que el panorama es preocupante en la medida que hoy aumenta la demanda pero no lo suficiente la oferta, de cerrar la llave y apagar la luz que en la realidad no necesitamos y entender que esa tranquilidad y estabilidad climática está variando y lo hará cada vez más fuerte y en los extremos.

Lugares urbanos que nos ayudan a vivir mejor y buscar otras formas de habitar la ciudad

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Parque San Martín en la ciudad de Mendoza, 394 hectáreas de bosque que tienen un complejo sistema de riego por acequias y canales en una ciudad semidesértica.

Cuando se visita una ciudad, más allá de los museos, teatros, restaurantes, playas, hoteles o barrios tradicionales, lo que se busca casi siempre son los parques, y no precisamente los de Disney o sus similares en igual o menor escala. Se busca, árboles, jardines, fuentes, esculturas, lagos, y de forma especial senderos por los que se pueda caminar, usar bicicletas o trotar, y no estamos hablando de recorridos cortos e insulsos. Estamos hablando de pasar un buen tiempo en estos espacios que nos conectan con dos mundos, el verde natural, y el gris artificial de la ciudad.

Parques como Central Park (Nueva York), Hyde Park (Londres), Hangang Park (Seúl), Griffith Park (Los Angeles), Golden Gate Park (San Francisco), Parc Güell (Barcelona), Parque Ibirapuera (Sao Paulo), Shinjuku Gyoen National Garden (Tokio), Parque del Retiro (Madrid), Bosque de Chapultepec (Ciudad de México), Parque San Martín (Mendoza- Argentina), Parque Dueña Sarah Kubitschek (Brasilia), Cerro San Cristóbal (Santiago de Chile), Parque Paseo de las Américas – Lago de Regatas (Buenos Aires), por mencionar algunos, tienen la característica de ser bosques diseñados, de tener rutas caminables y en general toda una estética de belleza natural, orden, limpieza y seguridad.

Lo verdaderamente interesante es que en las metrópolis no solo se limiten a un parque en especial, que de suyo es orgullo de sus habitantes, lo ideal es que deberían existir muchísimos más parques que responden al gigantismo urbano, a la constante densificación vertical y al diseño de vías y estructuras dedicadas a la movilidad de vehículos particulares y de servicio público reservados, como los taxis. No es el caso de los sistemas masivos como trenes, metros y buses, estos últimos en procesos de electrificación que tienen vías dedicadas.

La idea del auto propio que va más allá de la comodidad y libertad de desplazamiento, nos lo han vendido como signo de estatus económico, social que habla de su dueño. La realidad es que una construcción publicitaria propia de sociedades de alto consumo, y donde el diseño urbano está dedicado al vehículo particular. Y es aquí donde la visión puede cambiar en beneficio de todos. Desplazarse en las ciudades diariamente implica gastos personales y de la ciudad.

En las ciudades latinoamericanas, el desplazamiento de los trabajadores van de extremo al otro extremo de la urbe. Los oficinistas de igual manera son obligados a desplazarse, lo mismo los dependientes de todo tipo de comercio. Pero, en la pandemia del COVID 19, la tecnología nos abrió una posibilidad de trabajar desde casa, tendencia que se ha ido especializando en ciertos trabajos y empresas, y que hoy se le suma la robotización y la inteligencia artificial. Esta realidad nos muestra lo que viene en un futuro muy cercano.

La tecnificación que ha sido criticada por tantos, puede ser una puerta a un mejor vivir de las personas y las comunidades. Los seres humanos fueron convertidos en maquinaria a través de procesos como la esclavitud franca y real, a las nuevas formas disimuladas en factorías de todos los tipos y dimensiones. Lo que importa es el rendimiento del capital, la venta de los productos y dominar los mercados, sacando del mismo a los competidores, bien por razones políticas globales, locales o nacionales. Y al igual que en los tiempos del mercantilismo británico, se busca que los países no industrializados sean consumidores de productos importados y exportadores de materias primas.

Las nuevas tecnologías, y la necesidad urgente que las generaciones recientes se dediquen al desarrollo tecnológico, que no debe ser un privilegio de unas supuestas mentes brillantes, puedan cambiar las dinámicas laborales, de vivir en la ciudad y poder tener una vida muy distinta a lo que son hoy en día estos lugares de marcadas diferencias que se notan en todas las realidades que allí se desarrollan.

Los grandes parques urbanos se pensaron para el solaz de unos pocos, la realidad es que hoy marcan diferencias en el modo de vivir y existir en la ciudad. Para gozarlos se requiere tiempo, otra forma de trabajar, recibir ingresos, entender la ciudad y dejar de simplemente existir para comenzar a vivir. de una forma más humanizante y amable.

Hoy además de considerar grandes grupos habitacionales, lo primero que se debería tener en cuenta es el parque, el bosque, los jardines y senderos donde podemos sentirnos a gusto, en una urbe donde se puede trabajar sin desplazamientos prolongados, costosos, angustiantes e inseguros.

Los centros fabriles deben ser rediseñados para intercalar espacios verdes, que además de ser recreativos, son filtros del aire en zonas altamente contaminadas que siguen afectando la calidad de vida de todos en el planeta, acelerando procesos como la crisis climática y la destrucción de recursos vitales como el agua, y con ella corrientes acuáticas de todos los niveles y la biodiversidad que le acompaña.

Es necesario otra visión y diseño urbano, otras formas de trabajar, aprovechar las tecnología y la IA para hacer de la vida urbana algo más satisfactorio, digno y en donde sus residentes encuentren lugares de recreación, descanso y encuentro. Todo está aún por hacer y no solo depende de las administraciones municipales, la comunidad tienen un papel fundamental.

Por ahora cada vez que pueda viajar al exterior o en el interior de su país, no deje de visitar, recorrer y disfrutar de los grandes parques urbanos que ha sido concebidos como bosques, jardines y senderos diseñados para la alegría de sentirnos entre la naturaleza porque ella se recrea en la vida.

Inseguridad alimentaria, la solución está a la mano en la ciudad y el campo

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Una opción de grandes repercusiones positivas para enfrentar el hambre en ciudades y campos.

En América Latina, casi 20 millones de personas en nueve países sufren inseguridad alimentaria aguda. El número aumentó de 17,8 millones en 2022 a 19,7 millones en 2023. Colombia se suma por primera vez a la lista de países con inseguridad alimentaria aguda. El informe dice que solamente el 3% de la población autóctona (1,6 millones de personas) se encuentra en esta situación frente al 62% de los migrantes y refugiados (2,9 millones).

Según informe del DANE los resultados de la medición de la inseguridad alimentaria obtenidos en la ECV de 2022, la prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o grave en los hogares del país fue del 28,1%. Es decir, 28 de cada 100 hogares tuvieron dificultades para acceder a los alimentos durante los últimos 12 meses, debido a falta de dinero y otros recursos. En el total nacional, la prevalencia de inseguridad alimentaria grave fue de 4,9%, lo que significa que en 5 de cada 100 hogares al menos una persona en los últimos 12 meses tuvo hambre y no comió o se quedó sin comer durante todo un día por falta de dinero u otros recursos. Respecto a la prevalencia de la inseguridad alimentaria en las cabeceras municipales en comparación con la prevalencia en áreas rurales (centros poblados y rural disperso), los resultados indican que 27 de cada 100 hogares urbanos experimentaron inseguridad alimentaria moderada o grave, mientras que en hogares rurales la prevalencia fue mayor con 33 de cada 100 hogares en esta situación.

En un país que así mismo se considera un gran productor de frutas, verduras, de diversas ganaderías, que tiene estabilidad climática, estas cifras son alarmantes considerando que en la práctica los alimentos o no son suficientes, son muy costosos, o simplemente el desperdicio de los mismos por temas del comercio es una constante en nuestra sociedad. Esto se agrega a la indiferencia del ciudadano del común que no logra percibir las realidades de sus vecinos o las realidades son tan diversas que no se logra tener una visión en las ciudades grandes, los pueblos y villas y las zonas rurales.

De estas últimas, los cambios en la forma de la tenencia de la tierra, la presencia de monocultivos industriales, la pérdida de la autonomía financiera del campesino, lo han convertido en empleado mal pago y convocado a dejar de lado tradiciones que aseguran su alimentación con las huertas caseras y animales de corral que por siglos acompañaron las casas campesinas. Hoy no es de extrañar que compren productos comestibles costosos para su economía familiar y que generan a la larga enfermedades complejas de atender en la ruralidad.

En las ciudades, el desempleo, la informalidad, la migración, la inestabilidad laboral mellan cualquier economía familiar. En el caso colombiano se suma la presencia de extranjeros que van de paso al sueño americano y que de alguna forma aumentan las cifras de malnutrición y de hambre. Organizaciones como el Banco de Alimentos aportan a diversas organizaciones y parroquias mercados pero no son suficientes ante la creciente cantidad de solicitudes de asistencia social.

Otro aspecto de esta realidad es la malnutrición. Las familias sin recursos consumen refrescos embotellados, productos comestibles, harinas procesadas y azúcares, realidad que destroza el crecimiento sano de los pequeños, generando en ellos potenciales enfermedades, carencia de vitaminas, minerales y proteínas necesarias para un desarrollo físico y cerebral adecuado. Si esto no se corrige a tiempo en el futuro de sus vidas se verán las trágicas consecuencias en una sociedad que solo da espacio a la alta competencia en todos los campos de la vida.

Se pueden prometer infinidad de campañas gubernamentales, institucionales tanto locales, nacionales como del orden internacional, pero no llegarán de forma asertiva ante las crecientes necesidades. Una forma práctica y que ha demostrado ser útil son las huertas urbanas, propiciadas y administradas por las mismas comunidades, donde en terrenos pequeños es posible cultivar en procesos agroecológicos que han demostrado su eficiencia.

Se gana en alimentos, en construcción de comunidad y en la responsabilidad que implica nutrir de forma adecuada a los miembros de esas organizaciones que obedecen a la necesidad y fundamentalmente a la independencia que genera producir sus propios alimentos.

El Jardín Botánico de Bogotá colabora directamente con las comunidades que están interesadas en conformar huertas urbanas que benefician directamente a las personas que participan y que en el tiempo se van constituyendo una red de apoyo, conocimiento y de experiencias para lograr mejores cosechas urbanas. El Ingeniero Edgar Hernán Lara García nos comenta sobre esta experiencia del JBB en la ciudad.

Agricultura urbana y el Jardín Botánico de Bogotá

Están ahí, nos perciben, saben de nosotros aunque usted no lo crea

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El verde es sinónimo de vida en un planeta donde las plantas representan el noventa por ciento de la vida

Cuando la sociedad y la cultura que se ha formado durante siglos determinó que solo los animales, entre ellos el ser humano, sienten se descartó de tajo la posibilidad de estudiar, entender e interactuar con las plantas. Es más, si bajo nuestros parámetros consideramos exitosa una especie porque es capaz de enfrentar el contexto en el que vive y sobrevivir, pues las plantas lo han hecho por todos los tiempos de la vida en el planeta. Hoy representan el 90% de la vida sobre esta esfera espacial y aunque la consideremos azul, en realidad se aproxima más al verde por la vida vegetal que la cubre.

Son muchos los estudios y textos académicos que dan razón de los avances para entender las plantas, ya no solo el aspecto botánico como tal, sino determinar cómo se relacionan entre sí, qué tanto sienten y si tienen percepción de sí mismas, es decir en términos humanos: inteligencia.

Las investigaciones que se realizan en todo el planeta, tanto en universidades como centros de investigación pura, se ha logrado determinar que ciertamente se interrelacionan con su entorno, con otras plantas, no solo a través de la estructura que logramos ver, la mayor parte de esas relaciones están dentro de la tierra y son sus raíces, y cuando se ve el sistema en su conjunto, por ejemplo un jardín en un parque o en la casa, su combinación de informaciones puede resultar más grande que un cerebro animal, incluido el humano.

El hecho mismo de no poder trasladarse no le impide moverse con las ramas y llegar a contactar otras superficies que eventualmente le permitan seguir creciendo. Se ha comprobado que sienten temor, alegría, tristeza, hasta soledad y lo expresan de diversas formas. Hojas que se cierran, ramas que descienden, flores que no crecen lo suficiente y en general ese particular brillo que tienen las plantas sanas, que están en el lugar adecuado, con la luz necesaria para hacer la fotosíntesis y prosperar. Son plantas que en el lenguaje común clasificamos como plantas gratas.

Los estudios también han determinado que la música las altera positiva o negativamente. Que sienten temores ante otras plantas agresoras o por insectos de diferentes tipos que las afectan. Pero ellas en general, tienen formas químicas para defenderse, asociarse con otras y crear un campo vital de defensa. Lamentablemente en el desconocimiento que tenemos de ellas, alteramos el equilibrio natural, especialmente por sistemas agronómicos que solo busca alta rentabilidad, aunque los costos de perder un ecosistema se paga diariamente con más químicos hasta que los suelos literalmente mueren.

Quizás en su círculo familiar y social habrá escuchado experiencias de personas que le cuentan las maravillas de sus plantas. De personas que tienen manos maravillosas que son capaces de sacar adelante a la planta más enferma o afectada por malas condiciones de vida. Y como culturas orientales y campesinas le dan una importancia en la presencia de ellas en las viviendas, bien en jardines interiores o en macetas. Aromas y fragancias, colores y formas, texturas son entregadas cada día a los habitantes de esas viviendas.

Hoy las ciudades buscan espacios para desarrollar verdaderos jardines que nos ayuden a vivir mejor, más conectados con los seres más cercanos y que en realidad son los más numerosos en el planeta que consideramos nuestro, las plantas,. Son más susceptibles de sobrevivir, adaptarse y transformar de forma muy positiva su entorno, en el cual los demás seres de la naturaleza que conocemos pueden existir. Sin el verde es imposible la vida en el planeta, porque ellas son la vida misma.

Puede tenerlas en casa o apartamento como fieles compañeras, su presencia y compañía siempre se agradecen porque más allá de lo hermosas que son, generan elementos que dispersan en el aire ayudando a un mejor estar, como aire más fresco para respirar y niveles de humedad que se agradecen cuando la temperatura ambiental sube. Puede espiarlas colocando una cámara de video y con un poco de paciencia ver los videos a alta velocidad, se dará cuenta de todas las cosas que son capaces de hacer.

Si quiere profundizar sobre el tema busque en su navegador este texto en formato PDF.

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